El Equilibrio Natural del Cuerpo, no es una simple frase
elaborada, es un conjunto de mecanismos internos que hacen que el cuerpo, la
mente y el espíritu funcionen en exacta sincronía.
Cuando se produce
este equilibrio en nuestro cuerpo, esta armonía garantiza la ausencia de
ansiedades, depresión, preocupaciones, tensiones musculares y enfermedades físicas.
Cuando tenía 25 años,
comencé a padecer del riñón izquierdo, formación de cálculos renales y cólicos
nefríticos, me hicieron padecer una enfermedad durante 10 años. Varios
especialistas como ortopédicos, nefrólogos, gastroenterólogos, etc., me
realizaron un sin número de pruebas en los hospitales, sin poder conocer cuál
era la causa de la formación de cálculos renales, ya que el riñón
izquierdo, al igual que el derecho, funcionaban sin problemas. Pero fueron
10 años de mi vida, con profundo sufrimiento y desesperanza, por no encontrar la causa y
la solución al problema.
En 1992, visite un
quiropráctico en el Barrio del Cotorro, Ciudad de La Habana, Cuba. Aquel hombre
de más de 60 años, con aspecto más de sabio, que de quiropráctico, tenía su pequeña
casa, llena de personas de la tercera edad, con las cuales intercambiaba
tratamientos diversos en los pies y las manos. Este genio del cuerpo humano,
conocedor profundo de la importancia del equilibrio físico del cuerpo, había
sanado a diferentes personas afectadas con leucemia, migrañas, desequilibrios
del sistema inmune, etc.
Espere un rato a
que me atendiera, yo llevaba una faja ortopédica a la altura de la zona lumbar,
la cual me habían ordenado usar, para aliviar los dolores que también tenía
en la espalda.
Aquel hombre me recibió
y me pidió que me quitara la faja, acto seguido me dijo: Eso lo puedes botar,
no te va a ser falta.
Me pidió que me
quitara los zapatos y que caminara hacia la puerta de salida, completamente de
espalda a él.
Me dijo: Ok,
perfecto. Tienes la pierna izquierda, más corta que la derecha.
Y eso que
significa?, le pregunte.
Significa que la
columna, las caderas y las piernas, funcionan exactamente como una balanza analítica
antigua. Si quieres que ese sistema funcione bien, debes andar equilibrado.
Te voy a explicar lo siguiente: Cuando tenemos una pierna más
corta que la otra, unos 5 mm de diferencia, esto es suficiente para que se
produzca un desequilibrio físico en el cuerpo, las caderas se inclinan hacia el
lado más corto y la columna pierde su linealidad frontal, provocando escoliosis,
en el más sencillo de los casos.
La estructura ósea está recubierta de músculos, cuando hay un
desequilibrio en ella, los músculos tienden a equilibrar el cuerpo, creando una
fuerza o tensión mayor, en el lado desequilibrado. De esta manera, los músculos
pueden producir stress, y endurecerse. Al estar endurecidos, pueden presionar
los nervios que salen de las vertebras de la columna y así afectar los impulsos
eléctricos que provienen del cerebro y bloquear las funciones de los órganos del
cuerpo.
Esto es lo que muy probablemente te esté pasando con tu riñón.
Todo aquello me parecía increíble y además impresionante.
Pero por qué sólo pasaba con un riñón? Claro, allí estaba la
clave, después comprendí, qué sucedía con los órganos del cuerpo que eran simétricos:
tiroides, riñones, ovarios, etc.
Se sentó en su sillón con balances y comenzó a cortar un pedazo de
goma de 5 mm de ancho aproximadamente, y le dió la forma de una plantilla para
el talón del pie.
Me la entrego y me dijo: Este pedazo de goma tiene que formar siempre
parte de tu cuerpo. Póntela en el zapato izquierdo y te acordaras de mí.
Aquel día, cambió mi vida en un giro de 180 grados.
Varios días después volvi a visitarlo y a mostarle como me sentía
y lo agradecido que estaba por su ayuda. Por aquellos tiempos trabajaba en un
laboratorio de la Universidad de La Habana y estaba elaborando un producto a
partir de extractos de algas marinas y propóleos, que estaba dando muy buenos
resultados en personas con gastritis y reflujo digestivo. Intercambie con él
estos resultados y le regale un frasco del producto.
Cuando me estaba despidiendo, me dijo: Ya yo estoy viejo y me gustaría
que continuaras estas enseñanzas que la medicina moderna no quiere asimilar,
quieren curar el cuerpo con pastillas, y el cuerpo no necesita pastillas.
Cuando en el cuerpo hay dolores, nos está diciendo que hay problemas y que
debemos resolverlos. Si le suministramos analgésicos, estamos apagando las señales
que nos está dando.
7 años más tarde, decidí estudiar fisioterapia y medicina
alternativa en Barcelona España.
En el año 2002, le fue diagnosticado a mi esposa: hipertiroidismo,
Cuando aquello vivíamos en Stockholm Suecia.
Le pregunte a unos colegas míos sobre el origen de la enfermedad.
Y uno de ellos comento que era un desequilibrio del cuerpo.
Aquello me hizo observar a mi esposa como caminaba y como se
desplazaba, trate de encontrar alguna anomalía en la forma de caminar. Un día, estábamos
en el baño y descubro que el musculo fascia toracolumbar del lado izquierdo
estaba muy inflamado, casi 2 veces el grosor del lado derecho.
Faltaban 6 días para la última prueba, donde se determinaría las
concentraciones de tiroides en sangre.
Le propuse a mi esposa que utilizara un soporte dentro del zapato,
en el pie izquierdo, para de esta manera nivelar el cuerpo y ver como el propio
cuerpo retomaría su equilibrio natural.
Al pasar los días yo observaba que el musculo afectado estaba igualando
su estructura, al musculo del lado derecho.
Se efectuaron las pruebas clínicas en el hospital y los resultados
obtenidos, no evidenciaron ningún problema con la tiroides. El médico sueco le
dijo a mi esposa, que no sabía que había sucedido, pero que estaba bien, y que
todo parece indicar que fue producto de un stress…
Años más tarde he seguido trabajando estas técnicas con pacientes
con afectaciones en los riñones y tiroides, con excelentes resultados.
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